Sonando: Cargando...

Últimos post

¡La Gran Estafa de los Smart TV! Cómo Netflix y los fabricantes fuezan a comprar nuevos dispositivos.



Obsolescencia Programada en el Entretenimiento Digital: ¿Una Estrategia Corporativa para Forzar al Consumidor a Comprar?

Si alguna vez te has encontrado con la decepcionante noticia de que tu televisor, perfectamente funcional, ya no es compatible con tu app de streaming favorita, como Netflix, no estás solo. Este fenómeno es un ejemplo claro de cómo la obsolescencia programada en el mundo digital afecta a los consumidores y alimenta un ciclo de consumo prácticamente forzado.

Este tipo de obsolescencia, diferente de la física donde un producto se desgasta o rompe con el tiempo, se basa en el retiro deliberado de soporte técnico o de licencias de software en dispositivos que, de otro modo, seguirían funcionando. Tomemos el caso de Sony y Netflix: a un televisor Sony de hace unos cinco años se le desactiva el acceso a Netflix porque, según los fabricantes y la plataforma, "ya no es compatible." Pero, ¿qué significa realmente esto?

La Licencia de Uso: El Corazón del Problema

Al adquirir un televisor "inteligente", el consumidor espera que sus funciones duren tanto como el propio aparato. Sin embargo, en algunos casos, la tecnología de estas televisiones viene acompañada de licencias de software y acuerdos de uso que caducan. Netflix, por ejemplo, cobra a los fabricantes una tarifa para garantizar la compatibilidad de su plataforma en ciertos dispositivos. Cuando el fabricante decide que un modelo ya no necesita esa licencia (a veces debido a un bajo volumen de usuarios o a decisiones comerciales), simplemente deja de pagar y el televisor deja de acceder a Netflix.

Para el usuario, el resultado es frustrante: una notificación en pantalla que dice algo como “este dispositivo ya no es compatible con Netflix”. Técnicamente, el televisor sigue siendo funcional, pero sin acceso a los servicios que originalmente justificaron su compra, el aparato pierde gran parte de su valor.

La Estrategia Corporativa Detrás de la Obsolescencia Programada

El uso de la obsolescencia programada en el software ha permitido a las empresas mantener una base de consumidores "actualizada". Así, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de contenido unen fuerzas para que los usuarios se vean obligados a comprar una nueva versión del producto, ya sea un televisor o un dispositivo de streaming independiente.

Para compañías como Sony, esta estrategia tiene beneficios: pueden retirar el soporte de productos antiguos, reducir costos de mantenimiento de software y centrarse en los nuevos modelos. A su vez, Netflix asegura que su plataforma se utilice en dispositivos más recientes y con mayor capacidad de procesamiento. Pero, para el usuario, la ecuación es desigual, ya que no queda opción real salvo comprar un nuevo dispositivo si quiere seguir disfrutando de ciertos servicios.

¿Una Estafa Legitimada?

Para muchos usuarios, esta estrategia se siente como una estafa legitimada: un producto que un día antes funcionaba perfectamente, al siguiente se vuelve “obsoleto” de manera abrupta. Al utilizar el vacío legal en torno a las licencias de software, los fabricantes consiguen deshacerse de responsabilidades. De hecho, las leyes sobre obsolescencia programada están principalmente enfocadas en el desgaste físico, y pocas legislaciones abordan la duración de las licencias de software en los productos electrónicos.

Algunos países ya están tomando cartas en el asunto. En Francia, por ejemplo, se aprobó una ley en 2015 que obliga a las compañías a informar sobre la duración de soporte que ofrecerán en dispositivos electrónicos. Sin embargo, esta ley no es suficiente a nivel global, y el problema persiste en la mayoría de los países.

Soluciones y Consejos para el Consumidor

  1. Investigar la compatibilidad: Antes de comprar un dispositivo, verifica si el fabricante ofrece información sobre la duración del soporte de las apps y servicios de streaming.

  2. Actualizar dispositivos antiguos: Algunas plataformas permiten que dispositivos más antiguos sigan accediendo mediante el uso de dongles o dispositivos de streaming externos, como el Chromecast o Amazon Fire Stick.

  3. Abogar por cambios en las leyes de consumo: La presión ciudadana para que las leyes se ajusten a estos nuevos desafíos es fundamental. Grupos de consumidores en Europa y América Latina ya están presionando para que se consideren leyes sobre la obsolescencia programada digital.

Reflexión Final

El caso de la incompatibilidad de Netflix en televisores de marcas como Sony es un ejemplo de cómo las corporaciones crean un ecosistema en el que el consumidor queda atrapado en una rueda de consumo continuo. Aunque el argumento de las licencias de software tiene su lógica desde un punto de vista empresarial, la falta de transparencia y la carencia de soluciones viables para el usuario nos hace reflexionar sobre el verdadero impacto ético de la tecnología en nuestra vida cotidiana

No hay comentarios