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La tensa conversación entre Trump y Frederiksen: la disputa por Groenlandia que sacudió Europa

 


La tensa conversación entre Trump y Frederiksen: la disputa por Groenlandia que sacudió Europa

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, protagonizaron una conversación telefónica que, según el periódico británico Financial Times (FT), fue tan "acalorada" como inesperada. La discusión, centrada en la intención de Trump de comprar Groenlandia, dejó una fuerte impresión en los líderes europeos.

Cinco altos funcionarios europeos aseguraron a FT que la llamada, que tuvo lugar la semana pasada y se prolongó durante 45 minutos, terminó "muy mal". Según estos testimonios, Trump reaccionó de manera "agresiva y confrontativa" cuando Frederiksen reafirmó que Groenlandia, una isla autónoma de Dinamarca, "no estaba en venta".

"Él (Trump) fue muy firme. Fue un jarro de agua fría. Antes era difícil tomarlo en serio, pero ahora creo que es serio y potencialmente muy peligroso", advirtió uno de los funcionarios europeos. Además, un exfuncionario danés reveló al diario británico que Trump amenazó con tomar "medidas específicas contra Dinamarca, como aranceles selectivos".

El contexto de la disputa

Desde que Groenlandia obtuvo su estatuto de autonomía en 2009, con el reconocimiento de su derecho a la autodeterminación, Estados Unidos ha mostrado interés estratégico por la isla. Este vasto territorio ártico, con dos millones de kilómetros cuadrados, de los cuales el 80% está cubierto por hielo, alberga una base militar estadounidense desde hace décadas, como parte de un acuerdo de defensa firmado con Dinamarca. Sin embargo, el deseo de Trump de adquirir la isla ha intensificado las tensiones diplomáticas.

A pesar de las declaraciones de Trump, Múte B. Egede, presidente del Gobierno autónomo de Groenlandia, reiteró que la isla "no está en venta". No obstante, Egede subrayó su disposición a mantener un diálogo con Estados Unidos, destacando que busca explorar posibles formas de cooperación. Por su parte, Frederiksen dejó claro que cualquier decisión sobre el futuro de Groenlandia corresponde exclusivamente a sus habitantes.

El trasfondo político y económico

Aunque la mayoría de la población de Groenlandia y sus partidos políticos apoyan la separación de Dinamarca, el camino hacia la independencia es complejo. La isla depende en gran medida de la ayuda económica de Copenhague, que financia aproximadamente la mitad de su presupuesto. Además, los intentos de diversificar su economía mediante la explotación de recursos minerales y petroleros han enfrentado enormes desafíos debido a los altos costos y las dificultades técnicas de extracción en un entorno tan inhóspito.

Antes de su mandato, Trump sugirió que Estados Unidos podría recurrir al uso de fuerza militar o sanciones económicas para adquirir Groenlandia, aunque estas declaraciones fueron suavizadas posteriormente por el vicepresidente J.D. Vance. No obstante, los recientes roces con Dinamarca sugieren que la estrategia del presidente ha tomado un giro más agresivo.

Reacciones internacionales

Ante las declaraciones de fuentes anónimas recogidas por FT, la oficina de Frederiksen emitió un comunicado rechazando esa interpretación de la conversación. "La primera ministra ha enfatizado que Groenlandia no está en venta y que es la propia isla la que decide sobre su independencia", indicó el Gobierno danés.

El interés de Trump por Groenlandia, aunque no nuevo, ha despertado preocupación entre los líderes europeos. Su postura firme y las amenazas comerciales son vistas como un cambio en la dinámica diplomática entre Estados Unidos y sus aliados tradicionales.


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