El Gran Wyoming, Silvia Intxaurrondo, Julián Macías y Carlos Elías debaten los bulos y la desinformación en el 25 aniversario del Sindicato de Periodistas de Madrid
En el reciente evento conmemorativo por el 25 aniversario del Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM), se abordó un tema de candente actualidad: la propagación de bulos y desinformación en redes sociales y medios de comunicación tradicionales. La jornada, que contó con la participación de destacados nombres como El Gran Wyoming, Silvia Intxaurrondo, Julián Macías, Carlos Elías y Sergio Gregori, reveló los profundos desafíos a los que se enfrenta el periodismo actual en su lucha por la verdad.
Desinformación en tiempos de crisis
La charla inicial se centró en un caso reciente que ilustra la gravedad del problema: la crisis de la DANA en España. Se discutió cómo, en medio de la tragedia, la difusión de noticias falsas sobre el número de muertos y otras informaciones erróneas captó titulares y confundió a la opinión pública. Esta situación, según los ponentes, dejó al descubierto la fragilidad de los mecanismos de verificación y los riesgos de la velocidad en el periodismo cuando se trata de grandes catástrofes.
Redes sociales: ¿democratización o caldo de cultivo para el bulo?
Carlos Elías, catedrático de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid y experto en fake news, destacó el papel paradójico de las redes sociales, que democratizan el acceso a la información pero también permiten la proliferación de noticias falsas sin una regulación adecuada. Elías alertó de que figuras con millones de seguidores pueden tener más influencia que los medios tradicionales, a pesar de no estar sujetos a los mismos estándares deontológicos.
Este aspecto fue complementado por Julián Macías, director de la plataforma Pandemia Digital, quien señaló que el 99% de las campañas de desinformación operan en capas que mezclan medios tradicionales, digitales y políticos. Macías enfatizó que la desinformación no es exclusiva de las redes, sino que también se extiende a los medios convencionales, a menudo con intereses políticos y económicos de por medio.
Periodismo y deontología en la era de los algoritmos
La cuestión de cómo los algoritmos de redes sociales, configurados para maximizar la visibilidad del contenido más sensacionalista, afectan a la veracidad de la información fue otro de los temas debatidos. Silvia Intxaurrondo, periodista de Televisión Española, habló sobre la necesidad de fortalecer la credibilidad del periodismo mediante una deontología rigurosa que permita combatir la manipulación y el odio. También subrayó que el bulo no es una simple anomalía, sino un producto de una estrategia de manipulación diseñada para influir en la opinión pública.
La amenaza de las teorías de la conspiración
Un segmento significativo del debate estuvo dedicado a las teorías de la conspiración, que han resurgido con fuerza en momentos de crisis. Elías compartió los resultados de estudios académicos que señalan cómo el “buen villano” y la creación de pánico son ingredientes clave en la efectividad de estos relatos. En el caso de la DANA, circularon teorías sobre manipulación climática y rumores no verificados, creando una ola de desinformación difícil de contener.
La necesidad de un periodismo protegido y bien remunerado
A lo largo del evento, los ponentes hicieron un llamado a mejorar las condiciones laborales de los periodistas para que puedan ejercer su labor de manera libre y sin presiones. Elías recalcó que una forma efectiva de “matar al periodista” en España es mediante la precarización laboral o la cooptación por parte de intereses empresariales o políticos. Según él, solo con condiciones de trabajo estables y bien remuneradas se puede garantizar que los profesionales mantengan su independencia y se atrevan a resistir presiones externas.
Entre el entretenimiento y el rigor
El Gran Wyoming reflexionó sobre cómo el humor y el entretenimiento pueden servir como herramientas para abordar temas serios sin perder la rigurosidad. No obstante, lamentó la falta de libertad de expresión y las represalias que han enfrentado muchos periodistas en los medios debido a la censura o a presiones políticas. La paradoja, añadió Wyoming, es que el periodismo, una profesión llamada a defender la libertad de expresión, a menudo se enfrenta a las mayores limitaciones de esa misma libertad.
Conclusión: Un periodismo combativo y ético para la era digital
La jornada cerró con un llamado a la acción: los periodistas deben formar una "manada" que se defienda entre sí cuando alguno sea atacado por hacer su trabajo de manera ética. Intxaurrondo subrayó la importancia de generar condiciones para que los periodistas puedan ejercer su labor sin miedo a represalias, y Macías alentó a formar una resistencia contra los medios que perpetúan bulos y manipulación.
En este 25 aniversario del Sindicato de Periodistas de Madrid, quedó clara la necesidad de un periodismo renovado, comprometido y combativo que se adapte a los retos de la era digital sin ceder ante las presiones del sensacionalismo o los intereses económicos y políticos.
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