El escándalo tras la DANA en Valencia: abandono, caos y una gestión cuestionada
La situación en Valencia tras el paso de la DANA sigue siendo caótica.
La indignación de los afectados crece mientras los grandes medios parecen haber dado la espalda al tema. Hoy, un grupo de alcaldes y alcaldesas de municipios arrasados por las lluvias ha decidido tomar cartas en el asunto y se han presentado en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para exigir respuestas tras 45 días de abandono.Protesta inesperada en el CECOPI
Los alcaldes, entre ellos Lorena Silvent (Catarroja), Maribel Albalat (Paiporta) y Eva Sanz (Benetússer), llegaron por sorpresa al CECOPI. Su objetivo: denunciar la falta de medios, la inexistencia de un plan de acción claro y la lentitud en la llegada de ayudas. A pesar de los intentos del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, de impedirles la entrada —en aparente incumplimiento de un decreto firmado por su propia administración—, lograron intervenir para dar voz a la desesperación de sus municipios.Las alcaldesas exigieron mayor rapidez en la retirada de lodos y el tratamiento de las campas de coches, un tema crítico debido al riesgo de explosiones y contaminación ambiental. Sin embargo, denunciaron que las decisiones de la Generalitat son improvisadas, con criterios que cambian constantemente y un trato despectivo hacia los ayuntamientos afectados.
Las demandas de las alcaldesas
Durante la reunión, las alcaldesas hicieron públicas las necesidades urgentes de sus municipios:
Información transparente: Solicitan recibir información en tiempo real y un calendario detallado sobre las actuaciones para la retirada de lodos, con el objetivo de comunicar de forma clara a los vecinos qué medidas se están tomando.
Más recursos: Reclaman más maquinaria especializada, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y bomberos para acelerar la limpieza de garajes y sótanos.
Retirada inmediata de vehículos: Instan a que se actúe rápidamente en la eliminación de las montañas de coches acumulados, tras un incendio en una campa de Catarroja que puso en evidencia los riesgos de mantenerlos en su estado actual.
Agilizar ayudas económicas: Solicitan subvenciones directas para los ayuntamientos y familias afectadas, muchas de las cuales han perdido sus bienes esenciales y se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Reactivación económica: Demandas específicas para las zonas industriales, como el polígono de Catarroja, que cuenta con 486 empresas afectadas en un área de 1 millón de metros cuadrados.
Soluciones educativas: Piden medidas inmediatas para garantizar el retorno seguro a las aulas y la rehabilitación de centros educativos como el Conservatorio de Catarroja, que afecta a 400 estudiantes.
Plan de trabajo claro: Denuncian los constantes cambios de criterio que ralentizan las operaciones, exigiendo una logística ordenada con fechas precisas.
Reconstrucción integral: Solicitan más intervenciones para reparar infraestructuras municipales, culturales, deportivas y sociales, que se encuentran totalmente devastadas.
Una gestión bajo la lupa
La actuación del gobierno regional ha sido ampliamente criticada. Las ayudas prometidas parecen quedarse en manos de "amigotes" y figuras vinculadas a antiguos escándalos como el caso Gürtel, en lugar de destinarse a quienes realmente lo necesitan. Mientras tanto, las localidades afectadas siguen sumidas en lodo, con coches quemados, viviendas destrozadas y vecinos que han perdido todo.
Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, ha subrayado la falta de compromiso por parte de la Generalitat, que debería actuar como intermediaria entre los municipios y el Gobierno central. En lugar de ello, se ha convertido en un "embudo" que obstaculiza la distribución de recursos.
El riesgo de las campas de coches
Uno de los puntos más controvertidos es la negativa inicial de la Generalitat a hacerse cargo de la retirada de campas de coches. Estas representan un peligro evidente, no solo por su deterioro sino también por el riesgo de explosion
es. Documentos oficiales confirman que la responsabilidad de dirigir la emergencia recae en la administración regional, según un decreto firmado por la propia Generalitat.
Un pueblo que no se rinde
A pesar del abandono institucional, la resistencia de los vecinos y sus representantes locales es un recordatorio del poder ciudadano. La movilización en las calles y la insistencia en exigir responsabilidades son fundamentales para evitar que esta situación caiga en el olvido.
Como han señalado los propios alcaldes, “El poder sigue estando en el pueblo”. Solo con unidad y acción colectiva se podrán revertir las consecuencias de la DANA y garantizar una gestión más transparente y eficiente en el futuro.
Enlaces de interés.
- Declaraciones de los alcaldes y alcaldesas en el CECOPI
- Decreto de la Generalitat sobre la gestión de emergencias (documento adjunto).
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