Gatorade para las Plantas: El Legado Educativo de Trump

Ah, la brillantez de la administración Trump, siempre un paso adelante en la evolución de la civilización. En su última jugada maestra, el presidente ha decidido desmantelar el Departamento de Educación, porque, evidentemente, el conocimiento es un estorbo cuando se busca la grandeza. ¿Quién necesita matemáticas cuando puedes aprender a hacer un tuit incendiario en 280 caracteres?

Bajo el liderazgo de la destacada educadora y luchadora de la WWE Linda McMahon, el Departamento de Educación será reducido a una especie de club de lectura para selectos estados republicanos, donde los libros recomendados incluirán títulos como "Cómo ser millonario sin abrir un libro" y "Ciencia: un mito liberal". Con esta medida, Trump busca devolver el control de la educación a los estados, lo cual es perfecto porque nada garantiza un sistema educativo equitativo como la completa ausencia de supervisión federal.

Trump, siempre con un ojo en el futuro, ha dejado claro que su objetivo es acabar con el Departamento de Educación cuanto antes. “Espero que no te quedes allí mucho tiempo”, le dijo a McMahon, como si ya tuviera un nuevo puesto esperándola, quizás como secretaria de Sabiduría Popular o Directora General de Memes Presidenciales. Y no hay que olvidar que, según Trump, “después de 45 años, Estados Unidos gasta, con diferencia, más dinero en educación que cualquier otro país, pero ocupamos uno de los últimos puestos de la lista en términos de éxito”. Claramente, la mejor manera de solucionar este problema no es mejorar la educación, sino erradicarla de raíz.

Además, la eliminación de becas y préstamos estudiantiles asegurará que solo los más privilegiados puedan acceder a la educación superior. El resto aprenderá en TikTok y foros de Reddit, consolidando la nueva academia del conocimiento instantáneo. ¿Querías estudiar biología? Lo siento, amigo, pero la única evolución que importa ahora es la de los influencers enseñando cómo sobrevivir con cinco dólares al mes.

Mientras tanto, el senador Bill Cassidy ya ha anunciado que presentará la legislación para acabar con el Departamento de Educación. Y si bien algunos republicanos de zonas rurales dependen del financiamiento federal para sus escuelas, estamos seguros de que su lealtad a Trump es más fuerte que su deseo de ver a sus hijos aprender a leer.

Además, la desaparición de estándares educativos nacionales garantizará que el aprendizaje sea una ruleta rusa. En algunos estados, los niños aprenderán sobre astronomía y física; en otros, les enseñarán que la Tierra es plana y que los dinosaurios fueron víctimas de una conspiración comunista.

Pero no nos pongamos pesimistas. Como dijo Trump, “Estados Unidos gasta más dinero en educación que cualquier otro país y estamos en los últimos lugares en términos de éxito”. Lógico, porque claramente el problema no es la desigualdad en la distribución de recursos o el abandono de las comunidades vulnerables. No, la solución era obvia: recortar aún más el financiamiento educativo y rezar porque el conocimiento se absorba por ósmosis.

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— Elon Musk (@elonmusk) March 20, 2025

Y así, en este futuro glorioso, sin la carga de un sistema educativo eficiente, la humanidad tomará decisiones que harían enorgullecer a los guionistas de "Idiocracia". Con plantas alimentadas con Gatorade y un internet plagado de expertos autodidactas en teorías de conspiración, el sueño americano alcanzará su máximo esplendor. ¡Gracias, presidente Trump, por guiar a la humanidad hacia la iluminación final!