Trump lo hace de nuevo: La IA ‘triunfa’ en EE.UU.… pero solo en sus discursos
Trump y la IA: Cuando la Casa Blanca confunde deseos con realidad
Si uno lee el reciente comunicado de la Casa Blanca sobre el supuesto renacer tecnológico de EE.UU. bajo la bendición de Trump, podría pensar que Silicon Valley ha cambiado su sede a Mar-a-Lago y que los chips de Nvidia se están fabricando en el sótano de la Casa Blanca. Pero la realidad, como suele suceder con esta Administración, tiene más de efectos especiales que de hechos concretos.
Nvidia, la IA y los "billones" que nadie ha visto
Según Trump, el CEO de Nvidia, Jensen Huang, ha dado su bendición a la política industrial de su gobierno, asegurando que la compañía puede fabricar "varios cientos de miles de millones de dólares en EE.UU.". Suena bien, pero hay un pequeño detalle: Nvidia no fabrica chips, diseña y externaliza la producción, principalmente a TSMC en Taiwán y, en menor medida, a Samsung en Corea del Sur. Así que, a menos que Trump haya inventado una fábrica invisible, esos "cientos de miles de millones" están más en el aire que una promesa de campaña.
La IA "Made in USA"... ¿o Made in Taiwán?
El comunicado asegura que la administración Trump "no permitirá que la energía sea un obstáculo para la IA en EE.UU.". Traducido del trumpiano al inglés, esto significa que sigue apostando por combustibles fósiles y bloqueando iniciativas para fortalecer la infraestructura energética renovable, algo esencial para la expansión de la inteligencia artificial. Mientras tanto, los centros de datos de Nvidia y OpenAI siguen dependiendo de una red eléctrica que no está preparada para el consumo masivo de energía que requiere la IA.
Reindustrialización a golpe de tuit
Otro punto estrella del comunicado es que el "América Primero" de Trump está trayendo de vuelta la producción tecnológica a EE.UU. Nos hablan de "billones de dólares en inversión" gracias a proyectos como 'Stargate' de OpenAI, Oracle y Softbank, pero no mencionan que buena parte de esas inversiones no son nuevas, sino planes anunciados hace años que se están ejecutando ahora. Además, gran parte de la fabricación de chips sigue dependiendo de Asia, y TSMC, la joya de la corona de la manufactura de semiconductores, aún no ha trasladado su producción masiva a EE.UU. como pretende vender la Casa Blanca.
Muebles, juguetes y coches: ¿El regreso de la gran industria?
Como toque final, el comunicado de la Casa Blanca presume de que una empresa canadiense de muebles y un fabricante de juguetes están trasladando su producción a EE.UU. Gran noticia, si lo que queremos es reforzar el sector de los sofás y las Barbies. Sin embargo, la industria que realmente importa en este contexto, la de los semiconductores, sigue dependiendo de fábricas extranjeras y de una cadena de suministro global que no cambia con simples declaraciones.
Conclusión: ¿Realidad o espectáculo?
El comunicado de Trump es, una vez más, un ejercicio magistral de "marketing político": mucho ruido, pocas fábricas. Nvidia sigue sin fabricar en EE.UU. a gran escala, la producción de chips sigue dependiendo de Asia, y el sector energético sigue sin estar preparado para la demanda de la IA. Mientras tanto, en el mundo real, Intel y TSMC aún luchan por consolidar sus nuevas plantas en Arizona y Texas, con plazos retrasados y costos en aumento.
Así que, si Trump quiere convencernos de que EE.UU. lidera la revolución de la inteligencia artificial, quizás debería empezar por invertir en hechos y no solo en comunicados grandilocuentes. Hasta entonces, la única inteligencia que parece estar funcionando a toda máquina es la de su equipo de propaganda.
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