Tesla contra el muro (literalmente): Cuando el Autopilot confunde la realidad con un dibujo
No es un coyote persiguiendo al Correcaminos, pero casi. El popular youtuber Mark Rober, exingeniero de la NASA, decidió poner a prueba la inteligencia de los coches Tesla y su famoso Autopilot con un truco digno de dibujo animado: pintar una carretera hiperrealista sobre un muro y ver qué hacía el coche. Resultado: el Tesla Model Y, con su inteligencia artificial de vanguardia, se tragó la ilusión y se estampó de lleno contra la pared. Sin frenar, sin dudarlo, sin sospechar que, tal vez, solo tal vez, era demasiado bueno para ser cierto.
"Elon, tenemos un problema"
El Autopilot, ese sistema que promete revolucionar la conducción, demostró tener la misma percepción de la realidad que un personaje de Looney Tunes. Mientras otros fabricantes han optado por combinar cámaras, radar y sensores LiDAR para asegurarse de que sus coches no confundan un mural con una carretera de verdad, Tesla sigue apostando solo por las cámaras y la inteligencia artificial.
El problema es que, como demostró Rober, esas cámaras pueden ser fácilmente engañadas. Un Lexus RX equipado con LiDAR pasó la misma prueba sin problemas, identificando la trampa visual y deteniéndose antes de hacer el ridículo. Pero el Tesla, fiel a la filosofía de Elon Musk de que "el LiDAR es estúpido, caro e innecesario", decidió confiar en su visión artificial y... bueno, los resultados hablan por sí solos.
Más allá de las paredes pintadas
Este experimento llega justo cuando Tesla se prepara para lanzar una versión "sin supervisión" de su sistema Full Self-Driving y un servicio de robotaxis en Austin para mediados de 2025. O sea, coches que podrán circular sin humanos al volante. Una idea ambiciosa si no fuera porque el Autopilot todavía cree que una carretera pintada es una vía válida. Y eso sin mencionar que en pruebas anteriores, el sistema también tuvo problemas para detectar maniquíes con forma de niño en condiciones de niebla y lluvia. Nada preocupante, claro, salvo que te importe la seguridad vial.
Mientras tanto, fabricantes como Mercedes, BMW y Volvo están invirtiendo en LiDAR, esa tecnología "innecesaria" que, curiosamente, sí detecta paredes pintadas y evita accidentes. Pero Tesla sigue firme en su apuesta por las cámaras y la IA, confiando en que el futuro de la conducción autónoma no necesitará láseres para distinguir entre lo real y lo ficticio.
Próximo destino: un precipicio pintado
El experimento de Rober no solo expone los límites del Autopilot, sino también la peligrosa confianza que Tesla está depositando en su tecnología. Si un mural puede engañar al coche, ¿qué pasa con una señal de tráfico falsa? ¿O un paso de peatones pintado por un bromista? Quizás pronto veamos a algun valiente replicar la clásica trampa del coyote y comprobar si el Autopilot también se lanza de cabeza a un precipicio pintado en una pared.
Por ahora, Tesla tiene dos opciones: seguir con su estrategia y esperar que el mundo real no se vuelva demasiado creativo con la pintura, o reconsiderar su desprecio por el LiDAR y otras tecnologías complementarias. Pero, viendo el historial de Elon Musk, apostaríamos a que seguirá adelante con su visión de un futuro sin LiDAR, con coches cada vez más listos, pero que aún pueden ser engañados por un bote de pintura y un buen artista callejero.
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