El juez le quita el látigo a Trump: ahora sus aranceles necesitan permiso… como todo hijo de vecino
¡Paren las rotativas! El hombre que creía poder arancelizar el planeta a golpe de tuit ha recibido su primer "no puedes" de un juez en vez de un asesor servil.
En un inesperado (y glorioso) acto de cordura judicial, un tribunal federal de comercio ha decidido que Donald Trump no puede seguir imponiendo aranceles como si fueran stickers de WhatsApp. El fallo es claro: si quiere seguir jugando a ser emperador del comercio global, va a tener que pasar por donde pasan todos: el Congreso.
Aranceles del “Día de la Liberación”… liberados de Trump
¿Recuerdan esa joyita que Trump llamó “Día de la Liberación”, cuando decidió imponer aranceles masivos como quien reparte invitaciones de boda? Bueno, resulta que según el Tribunal de Comercio Internacional, eso fue un pequeño exceso de ego presidencial… sin sustento legal alguno.
La corte fue clara: ni la Ley de Poderes Económicos de Emergencia de 1977 ni su bola mágica personal autorizan a Trump a hacer y deshacer tarifas globales a su antojo.
Emergencia nacional: cuando todo se convierte en excusa
Trump lleva años afirmando que los déficits comerciales son una amenaza inminente a la seguridad nacional, al nivel de una invasión zombi o el Apocalipsis maya. Bajo ese argumento, impuso tarifas a todo lo que tuviera código de aduana: desde coches alemanes hasta vino francés.
Ahora, el tribunal le ha dicho: “Mire, señor, tener un déficit no es una emergencia. Es una constante desde hace 49 años. Relájese.”
El derrumbe de su castillo de naipes económicos
- La Casa Blanca está furiosa, pero asegura que seguirá usando “todas las palancas del poder ejecutivo”.
- El fallo anula una de las políticas estrella del segundo mandato de Trump.
- El caso ya ha sido apelado, como era de esperar.
¿Y mientras tanto? Los precios, por las nubes
El senador de Oregón lo dijo claro: “Estos aranceles han aumentado los precios del pan, los coches y arruinado las cadenas de suministro.”
Y mientras tanto, pequeñas empresas como importadores de vinos dicen que podrían desaparecer por los costes añadidos. Todo un plan maestro de “protección nacional” que ha protegido… a nadie.
¿Se acabó el reinado de los aranceles imperiales?
No del todo. Trump aún puede imponer aranceles del 15% durante 150 días a países con los que EE.UU. tiene déficit comercial. Es decir: casi todos. Pero su botón de “¡tarifa nueva!” está temporalmente en reparación.
El Congreso, por fin, vuelve al tablero
Este fallo ha reestablecido algo que parecía olvidado: la democracia funcional, donde el presidente no puede jugar al Monopoly con la economía mundial sin consultar a nadie.
Y mientras Trump se prepara para otra batalla legal más (porque no sabe perder), el mundo respira un poquito más tranquilo. Al menos por ahora.
En resumen:
- Un tribunal dice: “Trump, tus aranceles no son mágicos, necesitan permiso.”
- La excusa de emergencia nacional no cuela.
- Las empresas pequeñas aplauden, el MAGA llora, y el Congreso resucita.
- El futuro de la política comercial de EE.UU. depende ahora menos del humor de Trump… y más de la ley. ¡Qué cosa más radical!
Redacción satírica por LibreFM. Para noticias que te informan sin dormirte... o que al menos te sacan una sonrisa.
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